Adiós al Maratón de Chicago (pero creo que ha sido un buen intento)

No quería escribir esto hasta tenerlo claro, pero ya ha llegado el momento.

En las últimas semanas, desde que hablé en el Blog de una pequeña lesión, he llevado una huida hacia adelante. He intentado seguir entrenando aunque me dolía, haciendo como si no pasaba nada, mirando hacia otro lado. Pero ya no puedo estirarlo más.

Desde el sábado no puedo correr. Terminé la Carrera de Villarejo de Salvanés cojeando. Fue un último intento pero ya tenía claro que el tema no era una pequeña molestia puntual, era algo más importante.

No es nada especialmente grave tampoco, pero es algo que no veo factible que se pueda curar mientras sigo entrenando en la fase clave de las últimas 6 semanas antes de un Maratón. Como mínimo necesitaría un par de semanas reeducando posturas, fortaleciendo toda la zona lumbar, flexibilizando zonas relacionadas y aumentando la movilidad de ciertas vértebras, trotando quizás muy poquito y muy suavemente por cesped. Y hacer eso a estas alturas implicaría como mínimo correr en 5 ó 10 minutos más que la marca que creo que tenía en las piernas, y eso ya no me llena lo suficiente. En los últimos días he estado haciendo más de 3 horas diarias de trabajo fisico de fortalecimiento, pero las cosas no se pueden acelerar y lo único que estoy consiguiendo es cargar otros grupos musculares.

Creo que he intentado construir un edificio demasiado alto sin tener los cimientos adecuados para ello. Pero no me arrepiento de nada. He descubierto muchísimas cosas en estos meses de entrenamiento, he hecho cosas que pensé que nunca podría hacer, he seguido aprendiendo sobre mi organismo. Había una posibilidad de éxito, era una época buena para mí para intentarlo, me la jugué, y me la volvería a jugar con los mismos condicionantes.

Con la ilusión del Maratón se va también la ilusión del Campeonato de España de 10 Kms en Ruta. Pero me quedo con la sensación de estar varios niveles de forma (ni uno ni dos) por encima de cuando he bajado de 30' en la distancia o de la carrera de Laredo de este año, por ejemplo.

Pero no tiene mayor trascendencia. Las cosas hay que mirarlas en perspectiva y haciendo un pequeño esfuerzo para que los árboles nos dejen ver el bosque, es bastante evidente que este objetivo era tan sólo la ilusión de un afortunado con todas las necesidades cubiertas, que intentaba satisfacer de manera añadida una necesidad de último nivel según la jerarquía de Maslow. No cabe quejarse por ello cuando un gran porcentaje de gente no puede satisfacer sus necesidades de primer y segundo nivel. Ahora bien, cada uno con sus condicionantes le da importancia a lo que le da, y yo tengo que confesar que he llorado mucho en los últimos días por pura impotencia.

Otra cosa que me ha quedado claro una vez más es que cuando vienen tiempos difíciles, generalmente uno está absolutamente solo. Gente de la que esperas que esté a tu lado no lo está. Me reafirmo por tanto en la necesidad de buscar las soluciones dentro de nosotros mismos, no confiar en el apoyo de nadie o en que venga una solución externa que nos saque las castañas del fuego.

Por ir terminando el ladrillo: A Chicago en cualquier caso me desplazaré porque ya he pagado el viaje. Vamos a ver cómo evoluciona esto, quizás el objetivo sea simplemente acabar la prueba, quizás aproveche para correr alguna otra cosa por allí.

En fin, esto es todo lo que os puedo contar de momento.

Habrá otros retos por delante. Deportivos o no deportivos. Unos saldrán bien y otros no. Pero ahora lo que toca YA es poner las energías en otra cosa.

Gracias sinceras a todos por vuestros ánimos por aquí, Facebook, Twitter, Strands, etc.