06 diciembre 2008

Que mareo

Tengo un circuito en Colmenar que suelo hacer por las noches. Es bastante conveniente: no demasiadas cuestas para lo que es el pueblo, bien iluminado, calles amplias y con pocos coches que te permiten no pisar las aceras (inciso: ya sabéis que la acera es el mayor enemigo de las articulaciones del corredor, hay más diferencia de dureza entre la acera y el asfalto que entre el asfalto y la tierra...), etc.

Pues bien, este circuito de algo más de 5 kms, que habré hecho decenas de veces este último año, siempre lo corro en la misma dirección. Pero hoy, justo hoy, me ha apetecido hacerlo en dirección contraria. Y vaya mareo que he cogido.

Ha sido rarísimo. En el sentido habitual me conozco cada metro de asfalto y tengo una línea imaginaria por la cual corro habitualmente, pero en este sentido me daba la sensación de que era la primera vez que pasaba por esos sitios. Y lo más raro ha sido un momento en que he empezado a tener una sensación de mareo y de ver todo como al revés.

Yo creo que es tan increible la capacidad que tenemos para interiorizar ciertas imágenes habituales y para sintetizarnos con el entorno, que cuando nos cambian (o cambiamos) las referencias la mente se bloquea. En fin, poderes y limitaciones del subconsciente.

2 comentarios:

  1. Pablo, creo que efectivamente el cerebro tiene mecanizado el circuito y cuando éste se cambia, por lógica hay que estar más atento, hecho que cuando se corre despacio no tendría consecuencia alguna; pero si se añade el factor velocidad hace que los mecanismos del control del equilibrio no sean los adecuados que uno desease.
    Estoy seguro, que a mi no me pasaría, ja, ja.

    Garabitas

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  2. Eso te pasa por ir tan deprisa...no das tiempo a tus ojos a que retengan el nuevo circuito y por eso te mareas....mira como al resto no nos pasa eso, jejeje

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