Entrenamiento y gestión del stress

En estas últimas semanas se me han juntado varios asuntos de trabajo y he tenido que emplearme en cuerpo y alma para sacar adelante todos los temas.

Aún así, sigo estando muy lejos de las palizas que me apretaba trabajando hace 5 ó 10 años. En principio todo obedece a un plan de vida programado, pero a veces hay factores que no son controlables. Desde luego, en los tiempos que corren y en este tipo de asuntos, es preferible el exceso que no la falta, especialmente si no es por decisión propia.

Creo que tengo ya bastante experiencia en gestionar estos períodos porque a lo largo de los años han ido apareciendo de manera recurrente, así que se me ha ocurrido reflexionar un poquito sobre cómo los afronto deportivamente por si alguna idea le puede servir a alguien.

Aquí van algunas de las "medidas paliativas" que tomo:

- El entrenamiento aeróbico reduce el stress y el anaeróbico lo estimula. Eso quiere decir que mientras estoy con un pico de trabajo me olvido completamente de series y similares.

- Por otro lado, el stress también entrena. Tener el cuerpo en permanente tensión es un estímulo y hay que tenerlo en cuenta. Es decir, cuando pasa la etapa del stress, si no hemos castigado demasiado al cuerpo podemos tener una supercompensación en el estado de forma. A mí me ha ocurrido.

- Las horas de sueño son fundamentales. En mi caso, si duermo dos días seguidos un 20% menos de lo habitual suelo no entrenar ese día. Cuando duermo muy poco en épocas continuadas habitualmente entreno un día y descanso el siguiente hasta que pase la situación.

- Las competiciones suelen ser grandes generadoras de stress, así que habrá que cancelarlas (si tengo en cuenta las inscripciones que he pagado y que luego no he utilizado en los últimos 15 años creo que me da para comprarme un coche), o afrontarlas de alguna otra manera: Acompañando a un amigo, a tu pareja si corre, saliendo al final del grupo y disfrutando del ambiente de esas zonas, etc.

- La montaña relaja. Por lo menos más que correr por el polígono, la calle, la pista, etc. Si os podéis hacer una escapadita y salir por sitios en los que podáis entrenar en absoluta soledad...

- Si disfrutamos entrenando con gente, la compañía ideal en estos días son corredores positivos, divertidos, etc., y si es posible con algo menos de nivel que nosotros o por lo menos que sepan controlar sus instintos, para que no tensen mucho la cuerda. Si el compañero nos mete encima una chapa con sus penas o se pica para descolgarnos, vamos a volver a casa peor que hemos salido.

- El crono es un mal compañero. Hay que olvidarse de él si vamos por circuitos habituales que tengamos medidos porque los tiempos serán lentos y no nos interesa ese estímulo negativo. Y no te digo ya del GPS y su poco delicada sinceridad. ;-)


En definitiva, creo que si nos adaptamos a la situación y tomamos medidas, el entrenamiento puede ser una importante ayuda para limitar los efectos negativos del stress personal/laboral, pero si nos empeñamos en seguir haciendo lo mismo que en otras épocas más relajadas nos puede generar más problemas de los que ya tenemos.

Gif: www.lawyerpress.com