29 diciembre 2011

Lecturas Recomendadas III

Última entrega del año de lecturas recomendas.

No tienen en este caso mucha relación con los temas sobre los que habitualmente escribo en este blog, pero creo que son textos que invitan a la reflexión a cualquier persona medianamente interesada por el mundo que le rodea. Sin necesidad de estar totalmente de acuerdo con los autores o sí, si fuese el caso, son lecturas que se salen del encefalograma plano que al menos a mí me trasmiten muchos otros medios de comunicación.

Me hallo en estos días inmerso en tareas de investigación académica y cómo habitualmente me cuesta ceñirme a la rigurosidad metodológica que este tipo de prácticas obligan, a veces necesito evadirme con textos de este tipo, más ceñidos a la realidad del día a día, que me permiten matar a Descartes y cerrar la brecha - al menos, la mía - entre racionalismo y empirismo.

Como siempre, lecturas cortas, relativamente sencillas, pero cargadas de contenido pragmático.

Santiago Niño Becerra - 1930/2011: El apóstol del pesimismo económico al que leo cada día (de L a V) con interés, con el que a veces discrepo y otras no tanto, hace en este artículo del mes pasado una interesante comparación entre los años 1930 y 2011.

Pablo Díaz Morlán y Miguel Ángel Sáez García - La Reconversión Industrial de los 80: Errores que no deberíamos repetir (acceso desde el excelente blog "Nada es Gratis", con introducción de Jesús Fernández-Villaverde): Soy un firme convencido de la necesidad perentoria a día de hoy en nuestro país de un Plan de Desarrollo Industrial, en el que se incentive desde el Estado y de manera rigurosamente planificada el desarrollo de determinadas industrias de alto valor añadido y con potencial de crecimiento futuro. A todos los niveles y desde todas las etapas, comenzando por la educativa/formativa. Digo esto a pesar de que mi línea de pensamiento no suele ir habitualmente de la mano del intervencionismo del Estado, más bien todo lo contrario, pero creo que en situaciones de absoluta necesidad debe de ser así y me temo que ésta lo es. Por lo menos el impulso inicial se debe de dar desde ese ámbito, ya habrá tiempo en el futuro para replegar velas cuando todo sea capaz de avanzar ya de manera autónoma. Los detalles y el desarrollo de ese Plan evidentemente dan para mucho más que un post en un blog como éste, pero es uno de los temas sobre los que me encanta debatir en persona. El texto de 2010 que enlazo pone de manifiesto un ejemplo concreto de cómo no se deben de hacer las cosas, la primera regla para construir bien es no cometer los errores del pasado.

Jesús Cacho - ¿Para cuándo una declaración de bienes, Majestad?: Parece que una vez liberado de todos los follones que acarrea crear un nuevo medio de comunicación Jesús Cacho puede volver a dedicarse a escribir de manera prioritaria y prueba de ello son los textos que nos está ofreciendo en los últimos días en los que parece haber vuelto a recuperar la inspiración de antaño. Como en los viejos tiempos certero y preciso el capitán de la marina mercante en este artículo.

2 comentarios:

  1. Hola Pablo:

    Se agradecen las recomendaciones. A Niño Becerra y a NeG ya los tenía localizados, pero a Cacho, no. Me lo apunto.

    Supongo que lo sabrás, pero por si acaso no es así, Niño Becerra tiene cuenta en twitter, donde todos los días deja varias pildoritas. @sninobecerra. A mí me faltan argumentos para discrepar con él y, la verdad, me tiene acojonaíto. Si me prestas alguno, no sabes cómo te lo agradezco.

    Saludos,
    Manuel.

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  2. Hola Manuel.

    Ya le sigo en twitter desde hace unas semanas, sí. Creo que en líneas generales es muy interesante leerle, y es el primero que ha dicho determinado tipo de cosas y luego otros se han subido después al carro. Aún así, en mi opinión exagera en los efectos.

    A nivel macro los países (casi todos) tienen todavía bastante margen de maniobra para amortiguar la caída y los efectos. Habrá recortes en el estado de bienestar, pero con buena gestión y eliminando gastos innecesarios en mi opinión no serán tan duros como pronostica SNB salvo que interpretemos como reducción del estado de bienestar que mucha gente no pueda seguir chupando del bote sin dar ni palo al agua (en exagerado).

    A nivel micro los efectos en familias y empresas serán muy dispares. Todos tendrán que adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas industrias pujantes, a las nuevas profesiones y a las nuevas formas de trabajo. Algunos lo intentarán y serán capaces y otros no, pero creo que cada uno es dueño de su destino y de poner sus esfuerzos en el sitio adecuado. En la época de la abundancia de información que vivimos no hay demasiadas excusas.

    Por supuesto el sector financiero es uno de los primeros que tiene que reinventarse y no puede seguir haciendo las cosas como hasta ahora. Confío en que veamos pronto movimientos en ese sentido.

    En líneas generales más que la economía, aunque también tiene lo suyo, me preocupa la futura carestía de algunas materias primas, y en concreto del petróleo. Leo mucho sobre ese tema y en direcciones contrapuestas pero no tengo conocimientos suficientes para poder formarme todavía una opinión tajante sobre el asunto.

    Saludos.

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