Ayer por la noche tocó entrenamiento épico.
Después de 40' de trote en los que más o menos la lluvia me respetó, luego tocaban 5 x 1000 con vallas recuperando 2'.
Empezó a llover a lo bestia, la pista de 300 metros de Colmenar se quedó vacía y ya sólo quedaba ponerse manos a la obra y ser fuerte mentalmente.
Me recordó mucho al 10 x 400 con vallas que hice el año pasado con Antonio Alix en el mismo sitio y también bajo un aguacero y muchísimo viento.
Pero lo bueno que tienen estos entrenamientos es que cuando terminas te sientes como un verdadero campeón y tú mismo das muchísimo valor a lo que has hecho. Es un entrenamiento mental buenísimo. Luego cuando las cosas se ponen difíciles te acuerdas de estos días y no te das por vencido. Así que creo que casi hay que dar las gracias cuando salen días así.
Seguiremos informando.
Más bruto que un arao el tío ;-). La verdad es que algunos estáis hechos de otra pasta...
ResponderEliminarAhora toca temporada de pista, ¿no?
Besicos!
¿No hay otras formas de llenar la ría? ENHORABUENA Pablo ! Claro que como tu no "tocas" el tartán, no resbalas
ResponderEliminar